Mundos Paralelos, estas dos palabras nos remiten, más que nada, a la Ciencia Ficción pura y dura de fines del siglo XX y principios del XXI, empezando, para nuestro bagaje cultural por lo menos, con la serie en comic de DC La Crisis de las Tierras Infinitas.
Todo es tan sencillo como decir, ¿Y si Franco hubiera perdido la guerra o Hitler ganado o los Aztecas conquistado toda la América o...? Las implicaciones y los supuestos son, literalmente, infinitos y eso es lo que la física cuántica, ha últimas fechas, nos propone.
No existe un Universo solitario ni único, cada una de nuestras decisiones da origen a una nueva realidad donde las cosas pueden ser "ligeramente" diferentes o SUMAMENTE DISTINTAS. Tales son los casos del cyber thriller separado en tres por lo editores españoles del Criptonomicón de Neal Stephenson o la trilogía del Paralaje Neanderthal, de Robert J. Sawyer.
Nómadas VS Sedentarios
Baste una ligera búsqueda con el Google para descubrir que esta trilogía es, por decirlo de una manera dulce, poco amada por varios fans de la Ciencia Ficción, mayoritariamente por su apariencia bestsellera, su crítica tibia al sistema económico, yo no estoy tan de acuerdo y esta es la razón central de estas líneas, o su simplismo en la divulgación de la ciencia, lo cual me parece una estupidez si tomamos en cuenta que la ciencia es una de las cosas más difíciles de entender por cualquier y más si se trata de un lego lector del Readers Diget's.
Comencé por el medio, esto es la primera aproximación que tuve a la obra de Sawyer fue el libro Humanos, donde el sabio Ponter Boddit ya se ha enfrentado al dilema del viaje intrauniversos y logrado regresar al suyo gracias a la tenacidad de su "hombre-compañero" (pareja o relación gay) Adikor Huld, quien fuera acusado de asesinato por Daklar Bolbay, la "mujer-compañera" de Klast la muerta "mujer-compañera" de Boddit, la cual es también una suerte de "madrastra" al haberse quedado a cargo de las hijas de ambos, Ponter y Klast. Pues los Barast, como se llaman a sí mismos los Neanderthales, se casa en trío, cada persona en esta tierra, una vez llegado a cierto tiempo de vida, se une en matrimonio con dos personas más, una de ellas de su mismo género, pero, la unión entre géneros sólo se debe hacer durante cuatro días al mes, nombra cuando "Dos se hacen Uno", quedando el resto para las relaciones sexuales entre los mismos géneros.
Su sistema económico es de tipo comunista sin empresas y sin dinero circulante, pero si con créditos que te ayudan a pagar las cosas que tomas o necesitas, por ejemplo entras a una tienda, buscas unos anteojos y al salir de la misma, se cargan a tu cuenta.
La caza, pesca y recolección de frutas y verduras "salvajes" siguen siendo la norma, pues nunca se estableció la agricultura y por consiguiente la cultura "sedentaria" que nos ha llevado a destruir nuestro mundo, mientras el de ellos es más frío y puro, conservando especies muertas en el nuestro, como los Mamutes.
En cambio, su tecnología, en algunas cosas como las lentes de cámaras de 180°, computación o desinfección, son sorprendentes y distintas a las nuestras.
Dios no Existe
La sociedad Barast puede llegar a parecer fascista, después de todo los implantes acompañantes, una suerte de "Gran Hermano" Orwelliano de alta tecnología y fina recepción e incluso algo de IA, te acompañan desde el nacimiento hasta la muerte, nunca duermen, están conectados a una Red de recolección de datos global, excepto en las zonas deshabitadas del planeta, básicamente los trópicos y el ecuador, no pueden ser alterados, yo creo que porque nadie se imagina el alterar un implante y no porque no se pueda hacer.
Los nacimientos están controlados, niñas y niños Barast nacen por generaciones, casi al mismo tiempo, manteniendo de está forma una constante población mundial de 6 millones de individuos, donde las taras físicas y psicológicas han sido erradicadas, obviamente en el pasado, y todo acto de violencia es condenado con la castración del infractor y sus descendientes.
Sólo los ancianos gobiernan y pueden votar, el ejercito no existe, la criminalidad es casi nula, en fin son una sociedad casi idílica, y recalcamos el casi, pues la misma tendencia a la erradicación total de la violencia conlleva peligros que se descubren en la tercera parte, Bandra Tolgak, una geóloga aficionada a los modos Glinsiks se calla ante los constantes golpes y abusos a que su "hombre-compañero" la somete, por temor de afectar la vida de sus hijas.
Una diferencia fundamental con los Cromagnon, nuestra propia especie, es la creencia en una "vida después de la muerte", ellos no tienen dicha creencia y por consiguiente lo ignoran todo sobre la religión, considerándola, más o menos, una aberración; al terminar la trilogía no serán los únicos, pero eso es adelantar partes fundamentales del relato.
Un Olfato Poderoso
La razón por la cual los Barast no utilizan los derivados del petróleo, pero sí la energía atómica, aunque no la bomba, es su fino olfato, así su mundo se mantiene puro y limpio de nuestros tipos de contaminación; sin embargo, ni tan fabuloso sentido, el cual ayuda Ponter ha resolver un hecho delictivo, así como a los de su especie a descubrir la mentira, será de gran utilidad para captar los miasmas que emanan de nuestra "fast food", por ejemplo el congelado pollo de Kentucky Friend Chicken o McDonalds.
Esto podría ser que a pesar de ser canadiense Sawyer es muy cercano, por obvias razones geográficas, al "American Way of Live", de esa forma podemos explicar la barrabazada de asegurar que la constitución gringa es la mejor que existe.
Finalmente, pues no se puede hacer otra cosa más, queda la invitación a leer la trilogía, en la red se puede conseguir en formato de Word y PDF, así podrán decir que nadie se los choreo en lo referente a estas obras de ciencia ficción...
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