Hace 10 años, el 15 de marzo, el Consejo Universitario, uno de los órganos de gobierno de la UNAM, decidió dar paso a las cuotas obligatorias, a la fecha los estudiantes pagan centavos por una de las mejores escuelas del mundo.
Una década después, las heridas bien podrían no estar cerradas y también es tiempo de recapitular sobre nuestra actuación como estudiantes en la que fuera la huelga más larga en la historia de la Universidad Nacional.
De antemano recordarles que con una huelga se alcanzó la autonomía y en el 68, durante otra huelga, surgió uno de los mejores rectores que hemos tenido: el Rector Javier Barros Sierra.
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