Es una noticia mala, muy mala, desde que supe sobre la enfermedad de Mario Benedetti, yo, y seguramente mucha gente la esperaba, algunas, como me sucede, con miedo de verla hecha realidad; otros, pues todo es posible en este mundo, la esperaban con ansia.
No sé, lo he olvidado, cuando fue la primera vez que leí a Mario, seguramente en la secundaria o en la preparatoria, y es muy factible que haya sido La Tregua lo primero que haya pasado por mis ojos, sin embargo no sería lo último, poemas, novelas, cuentos, leí todo lo que pude, sus palabras fueron parte de mi, y lo siguen siendo.
Mientras escribo, las lágrimas, por alguien a quien sólo leí, intentan fluir como si se tratara de un padre, un amigo, un hermano.
Nos quedan muchas historias sobre él y su obra, sobre sus ideas y su acción, por ejemplo, de su relación con los zapatista me queda la historia del nombre de Marcos, el subcomandante, quien asegura que fue un un libro de Mario, El cumpleaños de Juan Ángel, el que le diera su nombre de batalla.
Hay un poema que siempre, desde que lo "ví" en El Lado Oscuro del Corazón, me ha gustado y como no soy muy imaginativo, lo he regalado varias veces a mujeres importantes en mi vida, bueno esa es mi excusa que ellas son más importantes de lo que creo y por eso les regalo tal obra maestra, así evito pensar que no soy tan imaginativo como a veces pienso.
Pero basta de tonterías, hoy dedicaremos este post a Benedetti...
La vida ese paréntesis
Táctica y Estrategia
La culpa es de uno
Si dios fuera mujer
Es tan poco
No te salves
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