Como la especie dominante, supuestamente la más inteligente del mundo, tenemos una serie de creencias en las fuerzas superiores, sean estas naturales o divinas. Por herencia genética también somos gregarios, lo que significa que no podemos vivir sólos, necesitamos a la demás gente para crear sociedades y sobrevivir. Así mismo poseemos una cultura, creamos cosas, inventamos, solucionamos problemas con ingenio, somos las ideas que profesamos.
Y, afortunadamente también pensamos distinto, lo cual en muchas ocaciones es un problema, pues se nos olvida que lo que NOSOTROS creemos no debe ser la norma entre los integrantes de un grupo social.
La cristiandad, en sus orígenes, fue una religión perseguida por los romanos imperiales que veían en una sociedad
igualitaria un peligro para su sociedad.
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