crisisen el número de exorcistas, afirma el cardenal
Carolina Gómez Mena
El cardenal Norberto Rivera Carrera precisó que el diablo existe, que es un
ser pervertido y pervertidor; por tanto, no se deben reducir sus manifestaciones a
fenómenos meramente sicológicos, socioculturales o paranormales, pero advirtió que tampoco hay que ser tan
crédulosy caer en el extremo de verlo por todas partes y atribuirle innumerables poderes sobrenaturales.
Al recalcar que en este asunto se deben ver las cosas en su justa dimensión, el prelado reconoció que en
toda la historia humana se extiende una dura batalla contra los poderes de las tinieblas, la cual durará hasta el último día, según dice el Señor.
Al inaugurar el cuarto Congreso Nacional de Exorcistas y Auxiliares de Liberación, el jerarca destacó que ha sido el alejamiento de Dios y sus consecuencias lo que ha llevado a no pocos a abrazar el esoterismo, las prácticas mágicas, ocultistas y satánicas, e hizo un llamado a todas las personas que participan de una u otra forma en este ministerio a conocer las normas y leyes de la práctica pastoral de liberación, así como saber quién, cuándo y cómo debe usarse el ritual para los exorcismos.
Cabe destacar que para la Iglesia católica la existencia del demonio es un dogma de fe, así como lo es el dogma principal sobre la existencia de Dios, y en tal sentido fomenta la práctica de los exorcismos, la cual, según la misma Iglesia, no ha recibido la atención que merece, al grado de que se considera que hay una crisis en cuanto al número de exorcistas a escala mundial.
El mismo cardenal Rivera Carrera ha insistido en que más sacerdotes se sumen a este ministerio y se ha propugnado para que este tema se aborde en los seminarios. No obstante, los exorcistas de la Arquidiócesis de México, que hasta hace dos años sólo eran siete, reconocen que la presencia de
el malignoen personas no es tan común como algunos suponen.
Según datos de la Iglesia católica podría decirse que en promedio sólo una de cada 10 mil personas que dicen estar poseídas presenta control de la conciencia por el demonio. Lo anterior quiere decir que la mayoría de quienes se cree que están en estas condiciones podrían sufrir alguna anomalía de la conducta, ya sea siquiátrica o neurológica.
Rivera Carrera aseguró que toda la vida humana es un combate contra el mal, pero subrayó que es una lucha en la que los exorcistas y fieles cristianos deben evitar los extremismos, y fue en tal sentido que se refirió a que muchas personas llegan a ser tan escépticas que niegan incluso la existencia del diablo, mientras en el otro extremo se encuentran las crédulas.