O ¿por qué un republicano permite la entrada de estos tipos a su casa?
Los Reyes Magos (también conocidos como los Reyes Magos de Oriente) es el nombre por el que la tradición católica denomina a los visitantes (tres según la consideración más extendida) que, tras el nacimiento de Jesús, habrían acudido desde países extranjeros para rendirle homenaje y entregarle regalos de gran riqueza simbólica: oro, incienso y mirra.
Estos "magos", según la creencia Católica, eran representantes de religiones paganas de pueblos vecinos y por eso ve en el Evangelio, las primicias de las naciones que acogen, por la Encarnación, la Buena Nueva de la salvación.[1]
En algunos países (normalmente hispanohablantes) existe la tradición de representar a los reyes trayendo los regalos que los niños les han pedido en sus cartas durante la noche anterior a la Epifanía. Pero en otros países se le llama "Pesebre" a toda esta representación.
La palabra “Mago”, proviene del elamita (Ma-ku-ish-ti) que pasando por el persa (Ma-gu-u-sha) y por el acadio(Ma-gu-shu)[2] llegó al griego como Μαγός (Magós, plural: μαγοι, magï) y de ahí al latín Magi (Cf. Magíster) de donde llegó al español. Eran los miembros de la casta sacerdotal medo-persa de la época aqueménide y durante todo el reinado de Darío el Medo (521-486 APVM).
Esto es lo que dice la Wikipedia, esa organización no lucrativa en apoyo al acceso universal al conocimiento, sin embargo en nuestra casa, que también es suya, este día nos regresa, a mamá bacteria y a su segura enfermedad, osea yo, a nuestros años de infancia cuando nuestros propios "reyes" magos nos traían los juguetes que pedíamos y, si la suerte nos sonreía, algo más.
Así que gracias a aquellos "reyes" que eran más magos, en un país con crisis recurrentes, por todas nuestras alegrías y bienvenidos a los nuevos "reyes" magos que ahora estamos haciendo sonrisas en las caritas de nuestros pequeños y pequeñas.
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