Me imaginó, tipo Axterix, a los Romanos, por seguir con el mismo ejemplo galo, reuniendo a los trabajadores de sus chozas y subiéndolos a los transportes para que fueran hasta, tal vez, la nueva Vía Apia, la cual "liberara a los ciudadanos de Roma de horas de tráfico por caminos inseguros y mal trazados de los gobiernos anteriores".
Ya sé que esta imagen es un poco forzada, pues intenta acercarse a nuestro tiempo.
El caso es que últimamente he estado usando el famoso Tren Suburbano, hasta él llego en bici, y debido a su recorrido debo tomar un segundo transporte que me lleve cerca de la oficina. Lo ideal sería que:
A) Existiera una opción de transporte público, barata y eficiente, que me llevara directamente a mi destino.
B) Que un ramal del mismo transporte pasara cerca de mi destino.
Esto último me lleva a recordar que, cuando fue planteado el recorrido, se barajó la posibilidad de subirlo al Periférico, cosas veredes, lo que se construyó, al paso de los años, es un segundo piso, para los millones de propietarios de un automóvil, icono del desperdicio de suelo y de la movilidad.
Sus Pros
Definitivamente un pro es el tiempo, 30 minutos, de Cuautitlan a Buenávista.Asientos cómodos, aunque no da tiempo de una "roncadita".
Fomenta el uso de la bicicleta.
Es eléctrico; aunque con la CFE, que subutiliza sus fuentes de energía, bueno, vamos a terminar importando electricidad.
Esta limpio y no hay comercio ambulante.
Hay poca gente, no te avientan, empuja o reempujan el camarón.
Sus Contras
El primero, su precio. Por tres estaciones no hay fijón, cuentan 6 pesos; pero a la cuarta, sube 8 pesos el pasaje y eso duele en el bolsillo de casi cualquiera.
Tienes que pagar, como es mi caso, al menos 9 pesos más para llegar a la oficina. NO hay un sistema que refuerce, este sistema de transporte y ahí está su principal debilidad.
Bueno, quizá el problema sea yo, que quiero bueno, bonito y barato.
¡Un saludo, posible lectora, lector!
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