Vendo alma a buen precio

En 1492 Cristóbal Colon y su gente encontraron las primeras islas de lo que, con el tiempo, se llamaría América.

En 1521 cayó el llamado imperio Mexica, Azteca, me enteraría después, era un insulto, digamos que como hasta hace unos años lo era decirle chilango a alguien del centro o sur del país.

En 1810, el cura Hidalgo llamó a "coger gachupines", o lo que es lo mismo a levantarse en armas contra el virreinato y en contra de Luis Napoleón, rey pelele impuesto por Napoleón Bonaparte.

México, fuera de las leyes nunca ha existido, así como América no se circunscribe, de manera unitaria, a lo que los gringos llaman país. Desde antes de la conquista española, estas tierras estuvieron habitadas por múltiples pueblos, gobernados por un Huey Tlatoani, quien despachaba en una ciudad, que en muchos aspectos, era superior a las metrópolis europeas de esa época.

La Colonia y la posterior Independencia, que se conmemora este año, pero se cristalizó o consumo hasta 1821, lo único que hizo fue amalgamar a todos los pueblos sobrevivientes, por ejemplo las varias etnias mayas, los raramuris o wixárikas, en una sola nación, como si todos fuéramos iguales... en cultura y tradiciones.

Resulta, por lo menos para mi, una burla que celebremos 200 años de una Independencia pues, al menos en teoría, pero debería ser en la práctica, todos somos parte de una sola especie, el ser humano. Y las fronteras solo existen en los mapas y en las mentes de quienes las dictan.

Así que, antes de que las lluvias o la guerra fallida contra el narco nos lleven a descubrir que hay más allá, les deseo felices festejos del vicentenario y del chentenario.