Antes de continuar he de hacer confesión que soy un fan de cepa del grupo Caifanes, y que por eso inicio este post con su rola relativa al Miércoles de Ceniza, que en el santoral cristiano, católico en si, da inicio a la cuaresma y a las festividades de la semana santa.
Pero este post no versa sobre la fecha, sino sobre otras cosas.
De la Piedad y otras sopas
Para mi el mundo comenzó a tener su lado oscuro cuando tomé conciencia de los pecados y sobre todo de lo que el demonio (Satanás, Lucifer, Belcebú o el Diablo) me pudiera hacer en físico. No a mi alma inmortal quemandose en las profundidades del infierno, en medio de ceniza y lava ardiente. No, me daba miedo que viniera por mi cuando aún estaba vivo.No recuerdo de donde saqué el pánico, en especial durante las horas del sueño, cuando soñaba que me veía caminando en el solar ubicado a un costado de mi casa para ser asaltado por el mismísimo demonio rojo, a veces, y sólo en el mes de enero, era salvado de sus pezuñas por los Tres Reyes Magos.
Era un niño, lo reconozco, pero mis temores eran fuertes y se podían comparar con los de cualquier condenado a muerte, bueno, eso supongo.
Sin embargo, había un temor que si ubico y que ahora me hace gracia, pero que de pequeño me saco un par de sustos. Uno de mis primos, mayor en edad que yo, también en malicia, me dijo que NUNCA debía orinar con los pantalones abajo. La causa, si lo hacía el diablo iba a venir por detrás a meterme su enorme pito en mi pequeño agujerito anal.
No importaba que fuera en mi casa, en la de algún tío, tía o abuelo, en el parque o en el terreno que mi abuelo destinaba a sembrar maíz. Él podía venir y meterme su pitote por detrás. Ahora pienso que esa recomendación se la hicieron a este jovencito por la simple y sencilla razón de que, muy seguramente, lo descubrieron con los pantalones abajo mientras se masturbaba, y para no meterle malas ideas, le contaron la historia del demonio que "se cogió al señor que estaba meando con los nalgas de fuera y los pantalones en los tobillos".
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