No voy a escribir mal de l@s estudiantes de la Universidad Iberoamericana.
Después del viernes pasado, y antes de que se lleve a cabo la marca #yosoy132, escribo estas líneas para mostrar mi admiración por lo que ell@s hicieron hace casi 7 días.
¿Qué han logrado? Hasta el momento que la carrera a la presidencia que Enrique Peña Nieto, el PRI y demás habían considerado una suerte de encuesta organizada por el IFE se convierta en una carrera de muchos, muchísimos obstáculos.
Ni el traspié en la FIL, ni los dichos de su hija y su novio en Twitter, ni... bueno, ni las veces que hemos combatido en Twitter a sus Bots parecía hacer mella en la coraza del caballero andante Enrique por llegar al trono de México, bueno, quizá exagero, peor no está de moda decir cualquier pendejada, como Pablo Hiriart el día de hoy en La Razón y preguntar al final sino se trata de una exageración.
En fin, mi imagen de los Estudiantes Universitarios de esa escuela jesuita ha cambiado, no los considero Frezapatistas, como dijo, si mal no recuerdo, uno de sus propios maestros, sino como seres políticos y en su completa cabalidad.
Que gritaron un poco, así somos los jóvenes, gritones, sino que lo diga Cárdenas cuando fue a la UNAM en el año 2000, Marcos en el 2001 o el padre político de Felipe Calderón, Carlos Castillo Peraza, durante la campaña por la Jefatura de Gobierno en 1997, cuando en la FCPyS le aventamos limones, no le dimos, pero él los recibió con entereza.
Quizá fuimos muy rudos, pero después de todo eso también es la democracia, sentir el rigor de la campaña y no asistir a sitios controlados, como ahora y siempre hará Enrique Peña Nieto.
A nuestra democracia le falta todo, pero a todas las democracias les falta que las decisiones económicas estén en manos de aquellos que manejamos los medios de producción, pero que no somos los dueños de producción, sin embargo, que la campaña, antes todopoderosa del candidato del PRI, muestre tanta ansiedad y los ponga a temblar, es una buena señal, de que los jóvenes en las clases acomodadas, usualmente alejadas de la política, empiecen a despertar.
Y con un poco de trabajo político más, y no caer en las provocaciones que vienen, nada más hay que leer a los Carlos Marín, Pablo Hiriart, Ricardo Alemán, entre otros, para darnos cuenta de que quizá está vez ganemos y se nos reconozca el triunfo, no como durante 2006 ó 1988.
PD. Dentro de las instalaciones de la Ibero hay una cafetería con café de Chiapas, quizá a los asistentes asiduos a ella sean los llamados "Frezapatistas" o tal ves sólo estoy exagerando, con eso de que esta de moda...
pinches chamacos solo son rebeldes pór que lo pueden ser... por que no tienen ni la pinche necesidad de trabajar... y cuando trabajen empezaran arriba gracias a papi (que eso no tiene nada de malo digo yo), sin embargo eso convertira a mas de uno de estos luchadores sociales a despotas elitistas...
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