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30/6/11

¡Quierrrro beberrr tu Gasolina!

Por razones que me son desconocidas, soy un entusiasta de las películas de Pixar.
Pueden ser los 2.320.413 pelos de Sully, el protagonista de Monster Inc., las aventuras de Woody y su amistad con Buzz o que las historias son fuera de lo común, por ejemplo, ¿un monstruo que le da remordimiento asustar a los niñ@s?
O, ¿cuántos de nosotros no hemos pensado que nuestros padres son demasiado sobreprotectores? Nemo, forzado por el temor de su padre a perderlo lo reta y termina como pez de acuario, sin embargo, con ayuda de una "chica despistada", unas tortugas y una ballena, logra encontrar a su hijo en Sidney, además de superar muchos temores.

Cars, dice un periodista español, es la película más floja de Pixar.
Tal vez, le diría yo, es algo mejor que Wall-E, sin embargo, no es mi intención entrar en polémica, al menos en este punto.
Mi intención es hacer incapié en que Pixar, ahora un suburbio de Buena Vista Internacional, a su vez un trozo de un pastel llamado Disney, siempre ha manejado unos valores distintos, para empezar manejan un discurso en el cual los niñ@s no son esas personitas tontitas que muchas veces los adultos vemos. Ellos, al igual que nosotros cuando niñ@s, se dan cuenta de muchas cosas, si estas enojad@, por ejemplo, pueden aprovecharse de ello o intentar reconfortarte. Cuando platiques frente a un pequeñ@, cuida lo que dices, ell@s captan más de lo que crees.

La amistad, es uno de los valores consentidos de los personajes de Pixar, Mate y Rayo, protagonistas de la película, más el primero que el segundo, lo ejemplifican de manera soberbia, sin embargo, aquí el punto a destacar es el uso de un combustible "verde" como opción al viejo y contaminante petróleo.
Ya en Wall-E se había hecho una crítica a la sociedad de consumo, la cual termino por convertir un planeta habitable en un desierto habitado por torres de basura y robots que las crean. La primera vez que vi esa película en verdad pensé que eran edificios, después comprobé que las  torres de basura tenían el tamaño de los antiguos edificios.
En fin, y ya para terminar, creo que son los orígenes de Pixar, de la mano de George Lucas, y su consolidación, con Steve Jobs, los que le dan su creatividad a este empresa y sobre todo una óptica algo alejada de lo que el establishment nos receta por otros lados. ¿Contradictorio? No, George Lucas tiene una política en la cual los empleados de sus compañías lo son también en las buenas, muchos tienen acciones de Lucas Film o, cuando se estreno la primera trilogía, fueron recompensados con pagos extra, como reconocimiento a la labor realizada.
Apple y Steve Jobs, por años los piratas informáticos "organizados" más importantes, tienen una política semejante y Google también, además de que está última se caracteriza por sitios de trabajo agradables al usuario, en este caso el empleado, y no las oficinas separadas en cubículos de miles de trabajadores.
Si bien no son el paraíso de los trabajadores, pero al menos hacen su labor felices, y eso se denota en sus productos.

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